Desde la página anteriormente mencionada, también se propone una forma de comprobar si la potencia que tenemos contratada es la más adecuada o podemos ahorrar y reducir esta potencia. Para ello, debemos sumar la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor potencia y añadir a esta suma un margen de 1kW para iluminación y pequeños electrodomésticos.
Una vez realizada la suma resulta adecuado dividir el total por 3, ya que no todos los aparatos tienen que funcionar a la vez, a esto se le llama Factor de Simultaneidad. El valor resultante siempre debe ser mayor que el electrodoméstico de máxima potencia pues, de lo contrario, no podríamos utilizarlo.
En mi caso, el resultado de la operación es 2,36 kW, y la potencia contratada, 3,3 kW, por lo tanto, se puede comprobar que la potencia contratada es superior a la que se consume.
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